Revista Chiquititas,2001,edición 119
Saltando olas
Viajé a México pero esta vez me acompañó una gran amiga. Mis papás invitaron a Camila y ella se vino conmigo. Nos organizamos y, antes de llegar al DF, estuvimos divirtiéndonos en las paradisíacas playas de Cancún. Allá, estábamos todo el día tirados tomando sol, saltando las olas con mi tabla de windsurf o nadando en el mar. Después, en mi casa, cumplí mi sueño de juntar a mis amigos mexicanos con una amiga argentina. La pasamos bárbaro.
No. Ya me acostumbré a no vivir allá. Lo que se añora a veces es caminar y sentir el olor de los tacos en las calles o el sabor picante en las comidas.
Tampoco. Todavía disfruto de este país como un turista y por eso tengo ganas de seguir acá un rato más. A veces, cuando tengo un sábado libre, me fijo qué nuevo lugar puedo ir a visitar y conocer.
Bárbaro. En el 2000 las chicas se portaron mejor que nunca. Me encanta que me griten y me saluden por la calle. No creo que exista alguien que pueda decir lo contrario.
Ser famoso significa que la gente te está viendo y sabe que estás haciendo y, tanto si les gusta como si no, te lo hacen saber. El gran cariño de todos es lo mejor. Una desventaja es que ya no podes hacer tantas cosas, como salir con tus amigos a lugares donde hay mucha gente; no te dejan tranquilo.
Fue un año muy bueno y se enganchó mucha gente. Pero creo que como todos los años, lo más rescatable es el teatro.
Cuando empezamos las grabaciones del nuevo ciclo, yo tenía que cantar y bailar en exteriores delante de extras y estaba bastante nervioso porque no es lo mismo que en el teatro. Tenía las cámaras delante y eso empeoraba la situación. Tuvimos que repetirla tantas veces, que el director ya estaba enojado.
La verdad es que en el trabajo me está yendo muy bien, y sí, hay varios proyectos pero no puedo hablar.
Puede ser. Hay cosas que tengo ganas de hacer y en las que trabajo para lograrlo. Por ahora, 2001 concreto, la película en la que estamos trabajando y que va a ser un éxito
De una. A mí, una de las cosas por las que me gusta actuar es porque conocés a mucha gente y muchos lugares. Otra cosa que me atrae es el cine europeo. Calculo que en algún momento iré para hacer un curso de fotografía para cine o mejor aún, para trabajar.
No, se habló muchas veces de que se iba a hacer y después no se concretaba. Cuando lo anunciaron fue una verdadera sorpresa. Lo mismo saber que iba a formar parte del elenco.
Hice cine en México y me encanta. Me parece maravilloso poder actuar para una película. Es que la pantalla de la televisión te limita a ser tan chica. En cambio, las dimensiones de la pantalla cinematográfica hacen que cualquier movimiento de ceja, de labio u ojos que hagas se vea. Nada pasa desapercibido.
El teatro, porque te permite estar en contacto con la gente. Además, la adrenalina de cada día y en cada escena es única. Hay que zafar a cada momento de algo nuevo. El teatro me emociona.
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